Enseñen esto en las escuelas en vez de historia, matemáticas y demás ciencias del diablo

Llegado los 18 años, las necesidades del hombre sólo pasan por 3 etapas cíclicas.

1- Estar soltero y buscar garches.
Todo lo que hacemos en la vida es para tener sexo. Todo absolutamente. Estudiar una carrera para tener un título, para ser alguien, para tener un buen trabajo, para tener dinero, para ir al gimnasio, para poder impresionar al "otro significativo" al final. Uno carece de problemas existenciales porque está muy ocupado pensando nuevas formas de engatuzar gente y llevarla a la cama. Sos el único protagonista de esta película que es tu vida y tus amantes ocasionales sólo son extras descartables sin sindicato que los proteja.

2- Estar soltero y buscar pareja.
Pero llega un momento en el que sentís que los chongos y el gato que adoptaste ya no llenan tu vacío espiritual y te ponés en campaña para encontrar al amor de tu vida. Empezás a conocer gente y los cargás con demasiadas expectativas. Después de todo es fácil encajarle a extraños la responsabilidad de que completen lo que te falta, bien sabiendo que vos ni sabés qué es. Al 3er fracaso generalizás cual señora grande peronista asumiendo que toda la gente es igual cuando en realidad sos vos el que fuerza la situación y te autosaboteás. Terminás adoptando otro gato más para que el 1ro no sufra el mismo destino que vos.

3- Estar en pareja y buscar garches.
Eventualmente conseguís a alguien que está dentro de tu sobrexigido rango de cualidades aceptables y te enamorás perdidamente. A los 6 meses (con suerte) encontrás la brújula y el desazón de la realidad te azota cada vez que no te tapan el dentífrico y no te lavan los platos. La convivencia complica todo aún más y se transforman en esas parejas de las cuales se reían en las primeras citas porque están cenando y no se hablan en toda la noche. Ves a tus 2 gatos (ya castrados, obesos y desganados) y pensás que no querés terminar así. Los regalás y te convencés de que sólo estando solo podrás reencontrarte contigo mismo. Y volvemos al 1er casillero.

Uno va pasando ordenadamente por estos estados hasta que un día se da cuenta que tiene 65, le cuesta tener erecciones y no le queda otra más que lanzarse por un empinado barranco subido a una silla de ruedas cual changuito cargado del supermercado en la bajada que va hacia el estacionamiento para hacerse añicos contra la pared y tener una muerte horrible, acabando con este ciclo eterno al cual nuestra frágil humanidad nos mantiene sujetos.

Llamo a concursar a todos los sociólogos, psicólogos, matemáticos y chongos de ojos claros del universo a que encuentren cómo romper con toda esta cadena y nos den la fórmula, así nos dejamos de joder y estamos todos un poco más contentos. El ganador se va a llevar un trofeo al 2do puesto que tenemos en el negocio porque nadie lo compra. Sería estúpido comprar algo que te recuerda que no ganaste. Pero bueno, la verdad ando con poca plata y es lo que hay.